Desde la exposición a un agente estresor hasta que se inicie la respuesta de estrés, ocurre un proceso complejo que concluye con el miedo, que, en última instancia el que activa la reacción de lucha/ huida.
Del agente estresor al miedo – Etapas
Hemos explicado en que consiste la respuesta de estrés y como se produce, sin embargo, los fenómenos que ocurren en el cerebro antes de que se dispare la respuesta de “lucha/huida” pasan por varias etapas de las cuales no tenemos consciencia.
El miedo se define como el proceso neurofisiológico que prepara el organismo para ejecutar una respuesta, innata o aprendida para enfrentar el peligro
La primera etapa: sensorial.
Toda la información proviene del exterior a través de los órganos de los sentidos, vista, oído, gusto, tacto y olfato pasa por un área del cerebro llamada tálamo.
El tálamo funciona como una subestación que distribuye la información entrante y, se retroalimenta de otras conexiones que permite reaccionar en forma refleja, antes incluso de que la corteza cerebral haya tenido tiempo de analizar la información.
El cerebro también recibe información de nuestro interior, por ejemplo, cómo esta nuestra temperatura corporal, si hace falta que tomemos agua, o tenemos hambre, o nos está faltando el oxígeno; mediante otros sensores internos que, también se relacionan con el Tálamo en algún momento.
Todas esas señales llegan continuamente al cerebro a través de diferentes vías que llamaremos aferentes, inician el procesamiento de la información para producir una acción.
La información en nuestro SN se transforma en señales eléctricas: encendido/ apagado, simple, binario, es un verdadero trabajo de cómputo.
la segunda etapa, la interpretación
La respuesta de MIEDO
Las conexiones neuronales entre diferentes estructuras del cerebro de los humanos que resulta en MIEDO, aun está en investigación, muchos de los estudios se basan en modelos con animales utilizando estímulos no condicionados y condicionados.
En humanos se ha estudiado este circuito con imágenes, pero debido a la complejidad de las características psicológicas de cada uno de nosotros, ha sido una tarea difícil que aún está en proceso, de hecho, hay científicos que defienden la teoría que es imposible extrapolar los resultados de estudios en modelos con animales a humanos.
El siguiente esquema es una forma simplificada de los acontecimientos que se dan luego que la información aferente llega al Tálamo.
Tálamo:
- Amígdala: Aporta el carácter emocional a la información.
- Corteza sensorial: discrimina la información para determinar si es una amenaza potencial.
- Hipocampo -Almacena la memoria en general, permite comparar.
- Hipotálamo – vía de respuesta final eferente para regular las funciones automáticas.
- Hipófisis – junto con el hipotálamo regulan la homeostasis, respuesta autónoma y hormonal.
- Sustancia gris periacueductal – vía eferente autonómica.
El procesamiento del miedo que ocurre entre estas regiones da como resultado:
1. La percepción de la amenaza o estimulo no condicionado
2. La asociación de un estímulo no condicionado con una respuesta condicionada (aprendizaje y condicionamiento)
3. La ejecución de los componentes eferentes de la respuesta del miedo: huida-lucha, paralización,
4. La modulación de la respuesta de miedo bien sea la potenciación, la modulación contextual o la extinción ya no le da miedo algo.
Llama la atención la amígdala un área muy pequeña ubicada junto al hipocampo, que se encarga de guardar memorias afectivas, es decir, aquellos recuerdos que nos hayan causado gran alegría, como una graduación y; otros recuerdos amenazantes, como pudiera ser la experiencia de una agresión.
Los recuerdos aquí almacenados, son especiales, porque al estar relacionados con las emociones, son marcados para no olvidarlos, Pero generan acciones instintivas, por eso también está asociada al comportamiento sexual, la ira y el apetito.
Factores que influyen en el procesamiento de la respuesta de miedo
Este procesamiento de información ocurre continuamente desde que nacemos, (incluso antes) y es lo que transforma esa enorme red de señales en: Aprendizaje, memoria, emociones, pensamientos y, así, va moldeando nuestra forma única y particular de ver y, experimentar el mundo que nos rodea.
Por ello, la forma en la que el cerebro de los humanos analiza cada situación, es totalmente personal y única.
En ella influyen, además, el análisis cognitivo, la experiencia personal, los factores socio-culturales, ambientales y genéticos.
El contexto ambiental en el que ocurre la respuesta de miedo generalizado es un parámetro crítico, porque un comportamiento que es adecuado (adaptativo) en un ambiente, puede ser inadecuado en otro.
Por ejemplo:
- Una respuesta de miedo exagerado puede paralizarte en lugar de buscar refugio o escapar.
- Una respuesta de miedo continua, puede generar un trastorno de ansiedad con todos los problemas que esto acarrea.
El agente estresor no es tal hasta que se asocia con experiencia negativa, Estimulo condicionado.
Por ejemplo, un perro no inflige miedo a un humano. hasta que ocurre un evento amenazante asociado al perro, de ahí en adelante el humano sentirá miedo y se acercará con precaución a los perros en general, si es que lo hace.
El estresor psicológico
Los humanos, pueden sentir miedo a situaciones creadas totalmente por la imaginación, como lo es, por ejemplo, hecho de temer a la soledad.
¿Qué es la soledad?
¿Estar en una habitación solo? ¿O, implica una casa completa? ¿O, estar solo en una hacienda con caballos, pero sin otras personas? O, “sentirse solo, aunque estés rodeado de personas”
Para un niño quedarse solo esperando a sus padres, implica estar desprotegido e incapaz de satisfacer sus necesidades básicas; pero esto cambia cuando se hace adulto y se puede valer por sí mismo.
Y, aun así, un adulto puede temerle a la soledad, al punto de tener un trastorno de ansiedad por no encontrar pareja.
Como procesa cada situación en nuestro cerebro no solo es única, sino que cambia con el tiempo.
El aprendizaje se basa en la plasticidad, un concepto que merece un capítulo aparte y que permite también, re aprender.
Las fobias (miedos extremos a estímulos específicos), trastornos de pánico, síndromes de estrés post-traumático y los trastornos de ansiedad; son el resultado de una respuesta de miedo anormal.
La buena noticia es que son tratables, no solo farmacológicamente sino mediante técnicas psicológicas basadas en la capacidad de reaprender a interpretar las situaciones amenazantes y a responder adecuadamente.