El riesgo cardiovascular alto es, en pocas palabras, la probabilidad elevada de sufrir un infarto, un ictus u otro problema grave del corazón o las arterias en los próximos años. No es una “etiqueta” al azar: se calcula con datos objetivos (edad, tensión, colesterol, diabetes, tabaco, etc.) y se basa en grandes estudios y guías científicas.
Voy a explicártelo en lenguaje claro, pero apoyándome en guías y documentos médicos oficiales.
1. ¿Qué es el riesgo cardiovascular?
Los médicos hablan de “riesgo cardiovascular absoluto”: es la probabilidad de que una persona tenga un evento vascular (infarto, ictus, muerte cardiovascular…) en un periodo de tiempo concreto, normalmente 10 años.
Las guías europeas de prevención cardiovascular (ESC 2021) recomiendan estimar ese riesgo a 10 años para decidir qué intensidad de tratamiento necesita cada persona. (Sociedad Europea de Cardiología)
En muchos países europeos (incluida España) se usa la escala SCORE2 (y SCORE2-OP para mayores) que calcula el riesgo de infarto o ictus (fatales y no fatales) a 10 años en personas sin enfermedad cardiovascular previa.
Categorías típicas de riesgo (simplificando)
Según estas tablas, una persona puede clasificarse como:
- Riesgo bajo
- Riesgo moderado
- Riesgo alto
- Riesgo muy alto
En general, se considera riesgo alto o muy alto cuando la probabilidad de tener un evento cardiovascular en 10 años supera ciertos límites (por ejemplo, ≥10% en algunas tablas, aunque depende de la edad y del país).
2. ¿Quién se considera de riesgo cardiovascular alto?
De forma sencilla, tienen riesgo alto o muy alto (aunque el porcentaje exacto lo calcula el médico):
- Personas con enfermedad cardiovascular ya conocida
- Infarto de miocardio previo
- Angina de pecho
- Personas portadoras de Stent o bypass coronario
- Aquellos que hayan sufrido un Ictus o AIT (ataque isquémico transitorio) es decir isquemia cerebral.
- Enfermedad de las arterias de las piernas (claudicación, “se me cansan las piernas al andar”)
→ Aquí casi siempre hablamos de riesgo muy alto, porque ya ha habido daño en las arterias.
- Personas con ciertas enfermedades crónicas (aunque no hayan tenido infarto o ictus):
- Diabetes mellitus (sobre todo con muchos años de evolución o daño en órganos como riñón, ojos, etc.)
- Enfermedad renal crónica
- Colesterol muy alto de origen genético (hipercolesterolemia familiar)
- Personas sin estas enfermedades pero con riesgo calculado alto/ muy alto
Usando calculadoras como SCORE2 / SCORE2-OP, que tienen en cuenta: edad, sexo, tabaquismo, tensión arterial, niveles de colesterol, etc.
3. ¿Qué factores aumentan mi riesgo cardiovascular?
La OMS y sociedades científicas destacan dos grupos: hábitos (conductuales) y factores metabólicos o clínicos.
3.1. Hábitos de vida (modificables)
Son los que tú puedes cambiar:
- Tabaquismo (cigarrillos, vapeo con nicotina, puros, etc.)
- Dieta poco saludable (mucha sal, azúcar, grasas saturadas y ultraprocesados)
- Sedentarismo (moverse poco, muchas horas sentado)
- Consumo nocivo de alcohol
- Estrés crónico, mala calidad de sueño, depresión y otros factores psicosociales también influyen.
3.2. Factores metabólicos y enfermedades
Aquí entran los clásicos “factores de riesgo cardiovascular”:
- Hipertensión arterial (tensión alta)
- Colesterol elevado, especialmente el LDL (“colesterol malo”)
- Triglicéridos altos
- Diabetes o prediabetes (azúcar alta en sangre)
- Sobrepeso u obesidad, especialmente grasa abdominal
- Enfermedad renal crónica (Atención Primaria)
3.3. Factores no modificables
No se pueden cambiar, pero cuentan en el cálculo:
- Edad (cuantos más años, mayor riesgo)
- Sexo (los varones tienen riesgo más alto antes; las mujeres lo alcanzan algo más tarde)
- Antecedentes familiares de infarto o ictus precoz (antes de 55 años en hombres o 65 en mujeres)
4. ¿Cómo se mide el riesgo cardiovascular?
4.1. Historia clínica y exploración
Tu profesional sanitario te preguntará por:
- Hábitos: tabaco, ejercicio, dieta, alcohol, estrés
- Enfermedades previas (hipertensión, diabetes, colesterol, riñón…)
- Medicación que tomas
- Antecedentes familiares de infarto/ictus (www.elsevier.com)
Y medirá:
- Presión arterial
- Peso, talla, perímetro de cintura (grasa abdominal)
- Frecuencia cardiaca
4.2. Análisis de sangre
Suelen incluir:
- Perfil lipídico: colesterol total, LDL, HDL, triglicéridos
- Glucosa en ayunas y/o HbA1c (para diabetes)
- A veces función renal (creatinina, filtrado glomerular) (Atención Primaria)
4.3. Calculadoras de riesgo
Con esos datos se usan tablas o calculadoras digitales. En Europa las guías ESC 2021 recomiendan:
- SCORE2: edades 40–69 años
- SCORE2-OP: 70 años o más
Otras calculadoras conocidas en distintos países (Framingham, QRISK3, REGICOR, PREVENT, etc.) también estiman el riesgo a 10 años.
Importante: estas herramientas están pensadas para ser usadas por profesionales sanitarios. No sustituyen a la valoración de tu médico o enfermera.
5. ¿Cómo saber si YO tengo riesgo alto?
No hay una única señal, sino un conjunto de datos. Pero puedes orientarte con estas preguntas:
- ¿Fumo o he fumado de forma importante?
- ¿Tengo la tensión alta (o me han dicho varias veces que la tengo alta)?
- ¿Tengo colesterol elevado o tomo medicación para el colesterol?
- ¿Tengo diabetes o “azúcar alto”?
- ¿Tengo sobrepeso u obesidad (sobre todo barriga)?
- ¿Me muevo poco, paso muchas horas sentado, hago poco ejercicio?
- ¿Algún familiar cercano ha tenido infarto o ictus antes de los 55–65 años?
- ¿Ya he tenido un infarto, ictus, angina u otra enfermedad de las arterias?
Si respondes “sí” a varias de estas, es probable que tu riesgo no sea bajo y vale la pena que tu médico:
- Te haga una valoración completa.
- Use una calculadora de riesgo adecuada a tu país y edad.
- Te explique en qué categoría estás (bajo, moderado, alto, muy alto).
6. ¿Qué pasa si tengo riesgo cardiovascular alto?
No es una sentencia, es una alerta para actuar a tiempo.
Las guías recomiendan que en personas de riesgo alto o muy alto se sea más estricto con:
- Cambios intensivos de estilo de vida
- Dejar completamente el tabaco.
- Seguir una dieta mediterránea o similar (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva, pescado).
- Aumentar la actividad física (caminar, ejercicio aeróbico, fuerza adaptada).
- Controlar peso y perímetro de cintura.
- Reducir alcohol.
- Cuidar el sueño y manejar el estrés.
- Tratamiento farmacológico (cuando está indicado)
- Antihipertensivos para controlar la tensión.
- Estatinas u otros fármacos hipolipemiantes para bajar el LDL.
- Antidiabéticos (incluyendo nuevos fármacos con beneficio cardiovascular en personas con diabetes y alto riesgo).
- A veces antiagregantes (como aspirina) si ya hay enfermedad vascular establecida, según el caso.
Todo esto se individualiza: no todas las personas con riesgo alto necesitan los mismos medicamentos, pero sí una estrategia clara de prevención.
7. ¿Qué puedo hacer desde hoy para reducir mi riesgo?
Aunque todavía no sepas tu cifra exacta de riesgo, hay medidas que siempre ayudan:
- Si fumas, plantea un plan para dejarlo. Pide ayuda: hay medicación y apoyo psicológico que aumentan mucho las posibilidades de éxito.
- Muévete más: al menos 150 minutos a la semana de actividad física moderada (por ejemplo, caminar rápido 30 min al día, 5 días a la semana), más ejercicios de fuerza 2 días.
- Cuida tu alimentación: más verduras, fruta, legumbres, frutos secos y aceite de oliva; menos ultraprocesados, fritos, bollería, bebidas azucaradas y sal.
- Controla tu peso y tu cintura: una pérdida del 5–10% del peso en personas con obesidad ya reduce el riesgo.
- Revisa tu tensión arterial y tu colesterol al menos una vez al año (o según te indique tu médico).
- Si tienes diabetes, sigue cuidadosamente el plan de alimentación, medicación y controles que te hayan pautado.
- Gestiona el estrés: técnicas de relajación, psicoterapia, apoyo social…
8. ¿Cuándo debería ir al médico?
Pide cita para una valoración de riesgo cardiovascular si:
- Tienes más de 40 años (o antes si tienes varios factores de riesgo).
- Eres fumador/a o exfumador importante.
- Tienes hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad o enfermedad renal.
- Tienes antecedentes familiares de infarto o ictus precoz.
- Ya has tenido algún evento cardiovascular (en este caso, es fundamental un seguimiento estrecho).
O puedes pedir una consulta inicial conmigo AQUÍ →
Con mi método tu puedes:
- Medir tensión, peso, cintura. en casa utilizando dispositivos confiables — ver los dispositivos que recomiendo AQUÍ→
- Traer los resultados de tus analíticas
- En la teleconsulta te explico si tu riesgo es alto y qué plan seguir.




















