Las parestesias son sensaciones anormales en la piel, descritas como hormigueo, adormecimiento, picazón o sensación de corriente eléctrica, que aparecen sin un estímulo evidente. Muchas veces se experimentan en manos, pies, brazos o piernas, y aunque ocasionalmente son pasajeras y benignas (como al dormir sobre un brazo), en otros casos pueden indicar enfermedades neurológicas, metabólicas o vasculares.
¿Qué son las parestesias?
Esa «sensación» extraña que puedes experimentar cuando te quedas en una posición por tiempo prolongado, se debe a un problema en el sistema nervioso que se encarga de registrar la sensibilidad.
Las parestesias ocurren cuando se altera la transmisión de señales en los nervios periféricos o en el sistema nervioso central. Esa disfunción hace que el cerebro perciba estímulos que no existen, como si la piel estuviera siendo tocada o presionada.
👉 En resumen: son “falsas alarmas” nerviosas, que pueden ser temporales o persistentes.
Causas frecuentes de parestesias
🔹 Transitorias (benignas)
- Compresión momentánea de un nervio (ej. cruzar las piernas por mucho tiempo).
- Hiperventilación o ansiedad.
- Exposición al frío.
🔹 Neurológicas
- Neuropatías periféricas (ej. por diabetes).
- Esclerosis múltiple.
- Lesiones medulares o radiculopatías (pinzamiento de nervio).
🔹 Metabólicas
- Diabetes mellitus: causa más frecuente de neuropatía periférica y parestesias crónicas.
- Déficit de vitamina B12.
- Alcoholismo crónico.
- Trastornos tiroideos.
🔹 Vasculares
- Isquemia transitoria o accidente cerebrovascular (ACV).
- Enfermedad arterial periférica.
🔹 Otras causas
- Intoxicaciones (plomo, mercurio).
- Medicamentos (quimioterapia, antivirales).
Parestesias en el paciente con diabetes
La neuropatía diabética es una complicación frecuente de la diabetes mal controlada. Se produce por daño crónico a los nervios debido a niveles elevados de glucosa.
- Inicia con hormigueo y adormecimiento en los pies (“calcetín”) y luego en las manos (“guante”).
- Puede acompañarse de dolor, pérdida de sensibilidad y úlceras que aumentan el riesgo de infecciones y amputaciones.
👉 Por eso, la presencia de parestesias en un paciente diabético siempre debe evaluarse cuidadosamente.
¿Cómo evalúa el médico las parestesias?
En la consulta, el médico realizará:
- Historia clínica detallada: inicio, duración, factores asociados (diabetes, consumo de alcohol, medicamentos).
- Examen neurológico:
- Sensibilidad al tacto, temperatura y vibración.
- Reflejos tendinosos.
- Fuerza y tono muscular.
- Pruebas complementarias:
- Análisis de sangre (glucosa, vitamina B12, función tiroidea).
- Electromiografía y estudios de conducción nerviosa.
- Imagen cerebral o medular si se sospecha compromiso central.
Síntomas asociados según la causa
- Diabetes: hormigueo + pérdida progresiva de sensibilidad + úlceras en pies.
- Alcoholismo: parestesias + debilidad muscular + déficit nutricional.
- Esclerosis múltiple: hormigueo + visión borrosa + pérdida de fuerza.
- ACV: inicio súbito de parestesias + dificultad para hablar o mover un lado del cuerpo.
Tratamiento de las parestesias
El tratamiento depende de la causa:
- Benignas/transitorias: desaparecen al quitar la presión o corregir la postura.
- Diabetes: control estricto de glucosa, fármacos para dolor neuropático (gabapentina, duloxetina).
- Déficit de vitamina B12: suplementación.
- Alcoholismo: abstinencia + suplementos vitamínicos.
- Esclerosis múltiple o ACV: manejo específico por neurólogo.
👉 También pueden usarse fisioterapia, ejercicios de estimulación nerviosa y cuidados locales de la piel en casos de neuropatía periférica.
Perlas clínicas 💡
- Si la parestesia aparece de forma súbita en un solo lado del cuerpo, pensar en un ACV → urgencia médica.
- Parestesias crónicas en “guante y calcetín” casi siempre orientan a neuropatía diabética o alcohólica.
- El déficit de vitamina B12 puede simular una neuropatía periférica y es reversible con tratamiento.
- El examen neurológico en consulta es clave para diferenciar causas centrales vs periféricas.
Conclusión
Las parestesias son un síntoma común que no siempre significa enfermedad grave, pero que pueden ser el primer signo de diabetes, déficit vitamínico, alcoholismo o enfermedades neurológicas. Reconocer los síntomas asociados y acudir a valoración médica temprana es fundamental para detectar y tratar la causa subyacente.



























